Manuel Buendía Tellezgirón (24 de mayo de 1926 - 30 de mayo de 1984), nacido en Zitácuaro,Michoacán, fue un periodista mexicano asesinado el 30 de mayo de 1984 en la Ciudad de México. La columna de Buendía Red Privada era publicada por el periódico Excelsior de la Ciudad de México y era reproducida por alrededor de 60 periódicos mexicanos. Con ello fue el periodista de mayor influencia en el panorama de prensa escrita en México, en la segunda mitad del siglo XX.1
Los principales temas sobre los que escribió Buendía durante 26 años de la columna Red Privada fueron la presencia de la CIA en México (ediciones Oceano 1983), la ultraderecha, el narcotráfico y la Corrupción gubernamental.2
Buendía estaba próximo a publicar un artículo sobre las conexiones del narcotráfico con políticos. En dos columnas anteriores Buendía hacía eco de una denuncia realizada por obispos católicos mexicanos, donde hacían notar la penetración del narcotráfico en las estructuras de poder en México.
La noche del 30 de mayo de 1984 salía Buendía de su oficina en la Ciudad de México en el cruce de las calles Insurgentes casi con Ave. Reforma, cuando un hombre, descrito por testigos presenciales como alto y fornido de corte y gorra militar, le hizo cinco disparos por la espalda con arma de fuego. El asesinoescapó en una motocicleta que lo esperaba, la cual era conducida por el agente de la Dirección Federal de Seguridad Juan Rafael Moro Ávila, sobrino nieto del ex presidente de México Manuel Ávila Camacho, y nieto de Maximino Ávila Camacho para ir a refugiarse a la DFS, tan sólo a unas calles de distancia. El asesino material fue encontrado tres días después en la ciudad de Zacatecas, Zacatecas víctima de asesinato con 120 puñaladas.4
José Antonio Zorrilla Pérez director de la Dirección Federal de Seguridad, la legendaria policía política de México, fue el funcionario de más alto rango de gobierno dirigido por Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) en pagar por el asesinato del influyente periodista. Para el periodista mexicano Raymundo Riva Palacio, Zorrilla Pérez fue el chivo expiatorio de un crimen de Estado.4 Fue encarcelado en 1989 y puesto en libertad el 19 de febrero de 2009. Sin embargo, fue reaprehendido el 13 de junio de ese mismo año luego de que autoridades del Distrito Federal revocaron el beneficio de la libertad anticipada, alegando que Zorrilla, de entonces 62 años de edad, no entregó carta aval moral, fotografías tamaño credencial, carta compromiso de trabajo, por lo que tuvo que regresar a una celda. El 10 de septiembre de 2013 la juez de Ejecución de Sanciones del Reclusorio Varonil Oriente, Belem Bolaños, ordenó trasladar a su domicilio en calidad de custodia domiciliaria a Zorrilla Pérez debido a su precario estado de salud. Dicho beneficio le fue entregado por la negativa de las autoridades locales a entregarles su libertad anticipada por buena conducta y por haber purgado más de la mitad de su condena, además de haber realizado trabajos comunitarios, entre otros elementos para apelar el beneficio.Excarcelan a Zorrilla, asesino del periodista Manuel Buendía 11-09-2013, consultado 11-09-2013</ref>
Según investigaciones el asesinato de Buendía sería fraguado por el entonces secretario de Defensa, Juan Arévalo Gardoqui, en una reunión realizada a inicios de abril de 1984. A raíz de las denuncias de Buendía en su columna política Red Privada sobre la corrupción de los más altos círculos de poder de México involucrados en el tráfico de drogas ilegales. En la reunión habrían asistido además el entonces Secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, proveedores de armas para el ejército, Zorrilla Martínez y varios comandantes de la tristemente famosa Dirección Federal de Seguridad.4
Juan Rafael Moro Ávila, sobrino nieto del presidente Manuel Ávila Camacho, y nieto de Maximino Ávila Camacho, fue liberado, después de 18 años en prisión, en febrero de 2009 al reducirse la pena; aunque Moro Ávila se ha declarado inocente y chivo expiatorio. José Antonio Zorrilla Pérez y varios subalternos (Juventino Prado Hurtado, Raúl Pérez Carmona, Juan Rafael Moro Ávila y Sofía Naya) compurgaba una condena de 35 años de cárcel, pero fue liberado por avanzada edad y enfermedad